En la actualidad existen sociedades tecnofóbicas, como por ejemplo los amish en EEUU, quienes intentan vivir con tecnologías antiguas y rechazando los cambios.
Generalmente, los tecnofóbicos rechazan las tecnologías modernas, y suelen justificar su manera de actuar y de pensar diciendo que la dependencia de las tecnologías modernas puede ser perjudicial para las personas, tanto desde el punto de vista emocional como también el físico. La existencia de la tecnofobia es un factor para que existan analfabetos tecnológicos (personas incapaces de manejar un ordenador o un cajero automático).
La tecnofobia ha sido representada en diversas obras de ficción o cultura popular. Un ejemplo clásico es la novela de Mary Shelley, Frankenstein, que se ha convertido en todo un ícono de la cultura popular incluso entre aquellos que nunca han leído la novela. Dentro del cine, películas como Blade Runner, Terminator y sus secuelas, Yo Robot y la trilogía Matriz, ilustran perfectamente este concepto.
Anónimo | 29 de agosto de 2013, 18:44
MUY BUENA EXPLICACION..GRACIAS